Cómo proteger al bebé en la playa

Durante la etapa vacacional nadie quiere perder la oportunidad de ir a la playa. Pero, ¿puedes ir con un bebé a la playa? Claro que sí. ¿Puedes ponerle crema solar al bebé si tiene menos de seis meses? Eso lo respondimos más a profundidad en otro artículo. Sin embargo, la respuesta también es sí. No obstante, la crema solar no es la única medida para proteger a tu bebé en la playa. Sigue leyendo y sabrás todo lo necesario para disfrutar de un hermoso día en familia.

Medidas de protección contra el sol para el bebé en la playa

Nunca hay suficientes medidas de protección para proteger a un bebé en la playa. Al menos, nunca parecen suficientes. Veamos los principales cuidados que debes tener cuando lo lleves a la playa.

Bañarse con ropa

La piel de bebé es muy delicada, por tanto la debes proteger del sol siempre que vayas a la playa. Lo indicado es que siempre lleve ropa que le cubra los brazos y las piernas por completo. También ponle un gorro, sombrero o pamela, con al menos, 8 cm de ala para protegerle la cabeza.

Para los pies, lo ideal sería unas sandalias, ya que lo protegen del calor de la arena, los objetos punzantes y del sol. Al mismo, deja escapar la arena. Lo que sí no debe suceder es que ande descalzo por la playa. Nunca se sabe qué peligros esconde la arena.

Crema solar

Las cremas solares son indispensables para proteger del sol a tu bebé en la playa. Estas deben ser testadas para uso infantil. También deben serlo oftalmológica y dermatológicamente. En sus etiquetas deben aclarar todos estos puntos o decir que son para uso infantil.

El índice de protección debe ser de SPF 50+ y proteger de los rayos UVB, UVA e infrarrojos; o sea, al menos debe tener cuatro filtros. Además, debe ser hidratante. Puntos extras a favor serían aquellas SAFE-EYE-TECH y que aportan vitaminas y minerales.

Nunca utilices las cremas solares para adultos en menores. Unta con crema solar aquellas áreas no cubiertas por ropa, al menos cada dos horas, independientemente de si se ha bañado o no.

Protección de los ojos

Por lo general, muchos utilizan las gafas de sol, únicamente cuando hay sol. Eso es un error en la playa. Tu bebé debe utilizar las gafas en todo momento. No importa si está en el agua, bajo de una sombrilla o un árbol, a la sombra. En la playa, aunque no de sol directamente, los rayos se reflejan tanto en el agua como en la arena. Los rayos UV del sol pueden dañar la vista de tu bebé, protégelo.

Horarios

Las mejores horas son aquellas antes de las 10:00 AM y después de las 2:59 PM. Es en ese tiempo donde las radiaciones son menores. Evita siempre las horas centrales del día. Ten en cuenta que, aún estando a la sombra, puedes recibir el 30% de la radiación. De ninguna manera expongas a tu hijo al sol del mediodía. Al ser muy pequeños, su sistema aún no está preparado para tanta radiación.

Otras medidas de protección en la playa

Juguetes en la playa

Tu bebé de seguro querrá llevar sus juguetes a la playa y no deberías prohibírselo. Lleva esos que flotan y la arena no se le quedará pegada. Trata que sean juguetes acuáticos y que tengan el sello CE de que cumplió las normas de seguridad. Hay que proteger al bebé de lo que no debe coger para jugar en playa. Si no sabe qué juguetes usar para niños de un año o cuál elegir, podemos ayudarte.

Hidratación: algo clave para proteger a tu bebé en la playa

Hidrata lo más que puedas a tu bebé. Deja que tome toda el agua que desee. Entre el calor, el sol y el ejercicio físico, tu bebé puede perder mucho líquido. Quizás no te des cuenta por la ropa que tiene, o porque está mojado por agua del mar. No obstante, en la playa se pierde más líquidos y de forma más rápida, que en la ciudad o el campo. Por tanto, mientras más agua tome, mucho mejor. De esta forma podrás proteger a tu bebé de la deshidratación en la playa.

Parque para bebé

Siempre que puedas, lleva el parque para bebés para que puedas realizar otras actividades sin tener al bebé en brazos. Además, así podrá dormir si lo desea. El parque para bebé siempre debe estar en la sombra y en un lugar fresco. Asegúrate de limpiar bien la arena de tu hijo o del parque antes de acostarlo, para que no le caiga en los ojos o en la boca.

Para proteger a tu bebé en la playa: Nunca lo pierdas de vista

Esto parece que no se le debe decir a ningún padre, pero nunca está de más decirlo. Prevenir es una forma más de proteger a tu bebé en la playa. Ya sea que lo tengas en el parque, o jugando en la arena, nunca debes quitarle los ojos de encima a tu bebé. Si vas a dormir o a realizar alguna otra actividad, deja a tu bebé al cuidado de alguien responsable. Si no puedes, llévatelo contigo o no hagas nada. En la playa, solo es necesario un segundo para que una ola lo arrastre, o se insole.

Aléjalo de la multitud

Los jóvenes y el resto de las personas en la playa, van y vienen sin fijarse mucho por dónde caminan. También se ponen a jugar diversos deportes que involucran pelotas de diferentes tamaños y tipos, o discos voladores. Ya sea alguien corriendo, una pelota o un disco puede provocarle una lesión a tu bebé en la playa si no lo puedes proteger de ellos. Lo ideal es que tu hijo esté siempre a tu lado y con menos de tres personas a tu alrededor.

Vigila lo que come Proteger bebé playa

Esto es algo muy importante y de lo que debemos proteger muchísimo al bebé mientras estamos en la playa. Uno de los peligros más comunes para un bebé, es la comida. Lo más frecuente es llevarse arena a la boca, ya sea pegada a un juguete o en la mano. También puede estar pegada a la comida que le des.

Otro elemento a vigilar en la playa, es el estado de la comida. El calor puede echar a perder cualquier comida en pocos minutos. Siempre huele y prueba todo lo que le vayas a dar a comer a tu bebé. Si no lo sientes en perfecto estado, no se lo des.

Chalecos salvavidas

El chaleco salvavidas es, por mucho, el sistema anti-ahogo ideal para proteger a tu bebé de ahogarse en la playa. Va sujeto al cuerpo y envuelve el tronco por completo. De esta manera, evita que la cabeza de tu bebé se sumerja en el agua en cualquier posición. No obstante, en ningún momento debes confiarte soltarlo. Siempre deben estar en contacto con el adulto que debe sostener y sujetar.