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¿Cómo enseñar a nadar a tu bebé?

15 de agosto de 2021
Cómo enseñar a nadar a tu bebé

Nadar es una de las habilidades vitales para cualquier ser humano. Es alarmante el número de niños, y personas que se ahogan cada año, solo por el hecho de no saber nadar. Un hecho que se evitaría con facilidad si le enseñas a nadar a tus hijos. Piensa que nadar, vendría siendo como un seguro de vida, además de un deporte y fuente de alegrías. Si no sabes cómo enseñar a nadar a tu bebé, aquí te lo mostraremos.

La natación es el ejercicio más completo que existe. Fortalece y tonifica todos los músculos del cuerpo, brinda resistencia física, mejora los sistemas: inmunológico, circulatorio, respiratorio y nervioso. No tiene ningún efecto negativo: es puro beneficio físico y sicológico.

Agarra tus protectores solares, la toalla y ¡vamos, que el verano ya llegó! Pero, primero lo primero:

¿Cuándo enseñar a nadar a tu bebé?

Los bebés deben familiarizarse con el mar, piscina, ríos o cualquier otro medio acuático desde los primeros meses de vida. Así no le temerán ni crearán rechazo cuando llegue el momento de nadar. La edad en que le debes comenzar a enseñar a nadar a tu bebé es alrededor del primer año.

Por supuesto, en ese momento no te nadarán una piscina, pero darán sus primeras brazadas a conciencia y a aprender a no respirar bajo el agua. Más que a nadar, le enseñarás a comportarse, a jugar en el agua como si lo hiciera con uno de esos juguetes para bebés de un año. No será hasta los cuatro años de vida cuando podrás comenzar a enseñarle a nadar de verdad. En ese entonces, sigue estos pasos.

Cómo enseñar a nadar a tu bebé

Cómo enseñar a nadar a tu bebé en 5 pasos

No es nada complicado, no te asustes. Es más fácil que los pasos para usar el orinal y retirada del pañal. Sobre todo, porque el bebé lo disfrutará. Lo primero es:

Evitar que le tema al agua

Eso se soluciona insertándolo en cualquier entorno acuático, como piscinas, ríos y playas desde edades alrededor del primer año de vida. No lo dejes en manos de otras personas que no sean sus padres. Nadie le brindará más seguridad y confianza que ellos. El bebé y cualquiera de sus padres deben estar siempre juntos durante el aprendizaje.

Debes tener en cuenta que durante los primeros meses de vida, el bebé mantiene los reflejos de bloqueo de las vías respiratorias, obtenidos en el vientre materno. Estos reflejos se pierden sobre los seis meses de vida. Por tanto, si tiene seis meses o más, durante las primeras clases, debes cuidar que no se sumerja. Además, debes enseñar a tu bebé que cierre la boca y no respire cuando vaya a nadar.

Empieza por donde de pie

Siempre se comienza a enseñar a nadar donde el bebé pueda apoyar los pies y el agua le llegue por debajo del mentón. Así él se podrá mover solo (aunque siempre bajo tu vista) y sentirse seguro al saber que puede apoyar los pies. El principal miedo de todos es hundirse, por lo que este miedo, al dar pie, desaparecerá. Inconscientemente, para avanzar, comenzará dando pequeños saltos y braceos instintivos.

Algunos piensan que este paso se puede saltar y llevar al niño a profundidades donde el instinto de sobrevivencia lo haga salir a flote. Esto, no solo es abusivo, sino que puede devenir en una fobia o trauma para el niño.

Ejercicios de respiración

Algo fundamental cuando vas a nadar es controlar la respiración, y es lo primero que tienes que enseñar a tu bebé. Eso se puede comenzar a enseñar en la bañera, durante la hora del baño. Pídele que tome aire y contenga la respiración por unos segundos. Puedes hacer un juego a ver quién dura más. Déjalo ganar a veces, claro.

Luego, que sumerja la boca o la cara en el agua y suelte todo ese aire para hacer burbujas. Puedes enseñarle cómo se hace. Los niños a esa edad imitan mucho a los padres. Todo esto puede seguir siendo parte del juego. No obstante, es un ejercicio importante para aprender a controlar la respiración y no tragar agua.

Un paso más avanzado que este, lo necesitas hacer en donde se pueda meter la cabeza completa dentro del agua. La primera vez lo va a sentir extraño, así que comienza tú enseñándole cómo se hace. Mete y saca la cabeza rápido las primeras veces. Luego introdúcela y suelta las burbujas. Si se asusta por la sensación, pídele que introduzca la cabeza y la ladee. Será más cómodo para él.

Otra forma de que se sienta menos la presión es repetir el paso la mayor cantidad de veces posible y lo más seguido que puedan. O sea, inspiren, introduzcan la cabeza, suelten las burbujas y saquen la cabeza y repitan lo más rápido posible. Este ejercicio ampliará la capacidad pulmonar y la presión en los oídos y las sensaciones no se notarán casi.

Cómo enseñar a nadar a tu bebé Burbujas

Enseñar al bebé cómo bracear y mover los pies como si fuera a nadar

Este es un paso clave para comenzar a nadar, tanto para un bebé como para un adulto al que comiences a enseñar. Lo debes hacer en una piscina o playa con, al menos, un metro de profundidad, para que puedas estar en pie y al niño no le choquen las manos con el fondo.

El primer estilo de nado que vas a enseñar es el libre. La primera fase es mover los brazos. Explícale la técnica de la brazada y muéstrasela. Pídele que la repita mientras está en pie y corrígele el movimiento. Luego puedes sostenerlo por el torso y pedirle que lo repita, pero ya de forma horizontal. Esta fase puede hacerse tanto sostenido como con flotadores. Es un poco complicada porque conlleva coordinar los movimientos de los brazos con el de la cabeza y la respiración.

La segunda fase es enseñar a tu bebé cómo nadar moviendo los pies. El procedimiento es idéntico al del braceo: muéstrale cómo se hace y luego corrígele el movimiento mientras lo sostienes por el torso. Luego puedes asistirte de flotadores o poli espuma para que el niño se sostenga y domine el ejercicio por sí solo. Una vez dominado, podrás pasar al siguiente paso.

Coordinar brazos y piernas

Este es el paso final y más complicado de cómo enseñar a nadar a tu bebé. Sin embargo, una vez que haya dominado el paso anterior, lo que necesita es práctica y ánimo. Comienza asistiéndolo de cerca, luego puedes asistirte de los flotadores hasta que domine la coordinación. Una vez que estés seguro, quítale los flotadores y seguro saldrá nadando como un pez.

La natación como cualquier deporte, necesita mucha práctica. Esto es algo esencial para aprender a nadar. Y en cada paso de este aprendizaje, debes estar al lado de tu bebé.

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