Cómo cuidar tu espalda durante la maternidad
Durante el embarazo, la lactancia y los primeros años de edad, la madre sufre mucho de problemas de espalda. En la gestación, al recolocarse los órganos y crecer el bebé, la madre debe cargar con un peso extra durante nueve meses. Durante la lactancia y la primera etapa de la vida del hijo, la madre tiene que cargarlo en ocasiones durante varias horas y en posiciones no muy cómodas. Mamá, debes cuidar mucho tu espalda.
Todo esto se traduce en dolores y malestares en la espalda, desde la parte baja del cuello hasta la cintura. En ocasiones se debe a la carga de un peso excesivo, o durante un tiempo excesivo. Mientras que en otras se debe a malas posiciones mantenidas durante largo tiempo o al realizar una acción. A veces, son varias de estas situaciones a la vez.
Por lo tanto, es muy importante que la madre preste una atención especial al cuidado de su espalda. Eso repercutirá tanto en su nivel de vida como en el de su hijo. En este post verás algunos consejos de cómo cuidar tu espalda cuando tienes un bebé.
Indice
Los cojines de lactancia
Estos cojines son esenciales para el cuidado de la espalda. Es un cojín especialmente diseñado para ayudar a mantener una mejor postura y comodidad durante el embarazo y la lactancia. De tal modo, se han creado cojines de múltiples formas y materiales en busca de esta comodidad.
La utilidad del cojín de lactancia comenzará a tener protagonismo sobre todo, durante los últimos meses de embarazo. A medida que el bebé crezca, será más difícil encontrar una postura cómoda para dormir. Gracias a que tienen diferentes y formas medidas, puedes ajustarlos a tu comodidad.
Generalmente los lugares más comunes donde se utilizan estos cojines es entre las piernas y bajo la cabeza. De este modo, la madre podrá mantener la columna recta durante el sueño y cuidar su espalda hasta que de a luz a su bebé. De este modo también evitará las enfermedades que vienen asociadas al estrés, dolores musculares y la escoliosis.
Durante la lactancia, al acomodar el cojín de lactancia alrededor de tu cintura, podrá sostener mejor al bebé mientras amamanta. De este modo, aparte de mantener una postura correcta y cómoda al lactar, adiciónale que podrá descansar los brazos y cuello, ya que el peso del bebé será sostenido por la almohada. Así, los músculos de los hombros y cuello de la madre pueden relajarse. Además, al depositar al bebé en la el cojín, el bebé estará seguro y tendrá menos peligro de caídas.
Existen dos tipos de cojines de lactancia: el de forma de herradura y el de forma de serpiente. Ambos pueden utilizarse en ambas etapas de la maternidad (embarazo y lactancia). No obstante, el de herradura es más utilizado durante la lactancia y el de serpiente en el embarazo.
Para alimentar de forma cómoda a tu bebé y proteger la espalda, el sustituto natural de los cojines de lactancia son las tronas para bebés.
Postura correcta al bañarlo
Si bañas a tu bebé en tu bañera, no debes doblar la espalda cuando te inclines sobre él. Los muslos deben estar pegados a la bañera todo el tiempo. Y si todavía no tienes una bañera para tu bebé, echa un vistazo a nuestro post consejos a la hora de escoger bañeras para tu bebé.
Bañar al bebé en una bañera para bebés es lo más recomendable para cuidar tu espalda. Esta palangana debe colocarse a una altura suficiente para que no tengas que inclinarte y puedas mantener una postura recta. Para eso, la palangana no debe estar más abajo de la cadera ni más arriba que el diafragma.
Sobre cómo cuidar tu espalda al acostar al bebé
Al igual que cuando vayas a bañar al bebé, lo más importante para cuidar tu espalda es mantener una postura recta. Por lo tanto, de ser posible, la altura de la cuna del bebé debe ser lo suficientemente alta para que no necesites inclinarte ni para colocarlo ni manipularlo.
En el caso de que no puedas conseguir una cuna con la altura ideal, cada vez que te inclines sobre el bebé, debes mantener la columna recta todo el tiempo. Además, puedes apoyar el pie sobre alguna silla o base al lado de la cuna.
De igual modo, para cambiarlo, hazlo en algún lugar donde no tengas que inclinarte sobre el bebé y así puedas manipularlo con facilidad.
Nunca hagas la fuerza con la espalda. Al cargar, la mayor fuerza debe hacerse con las piernas.
Cuidados al caminar con el bebé
Hay tres formas principales de caminar con un bebé: con él cargado sobre tu pecho, en un canguro o mochila portabebés y en un cochecito.
Al caminar, es muy fácil ceder al peso del bebé y doblar la espalda sin darse cuenta. Sin embargo, eso es incorrecto. Debes mantener al bebé lo más arriba posible, los hombros hacia atrás y enderezar la espalda. Independientemente de que te parezca incómodo, una vez que te adaptes, tu espalda agradecerá que cuides de ella. Vigila siempre de mantener en esa posición la espalda. Llegará el momento en que no necesites estar atenta a estos detalles para cuidar tu espalda cuando sales con tu bebé.
El único consejo para andar con el cochecito es que las asas deben estar por encima de las caderas para empujar con el cuerpo y no con la espalda.
Cuidar la postura de la espalda al cargar al bebé
El bebé aumenta de peso diariamente. Eso es un hecho que a nadie le pasa desapercibido y mucho menos a la madre que lo carga a diario. Sin embargo, muchos de los malestares de espalda y dolores provienen de malas posturas al cargar al bebé para cambiarlo, acostarlo, caminar o bañarlo. Por eso, aquí te dejamos algunos consejos que te ayudarán a evitar estos males.
Malas prácticas y costumbres
Durante el embarazo la madre tiene que cuidar su espalda, y parte de este cuidado trata de cambiar las costumbres de vida y costumbres. Una de esas costumbres son las de sentarse. Durante la lactancia la mamá va a pasar buena parte del tiempo sentada. De ahí que mantener la columna en una posición correcta será esencial para evitar dolores y malestares.
La madre no debe cargar pesos excesivos. Y por peso excesivo no nos referimos a cualquier cantidad mayor de cinco libras. No importa si la madre se siente con fuerzas para levantar ese objeto, sin embargo, debe abstenerse a hacerlo. Sobre todo durante el embarazo.
El colchón donde duerme la madre debe ser sólido, o lo menos blando posible. Si es un colchón viejo, lo recomendable es cambiarlo por uno nuevo que mantenga la columna recta. Además, se aconseja dormir con el cojín de lactancia u otra almohada mediana para la cabeza.
La embarazada debe evitar las largas caminatas o estar mucho tiempo de pie. Aunque es recomendable caminar y evitar el sedentarismo, no se debe abusar de las caminatas. Entre el peso de la barriga y el esfuerzo, será la espalda la que sufra.
Al cargar algo del suelo, ya sea un moisés u otra cosa, debes separar las piernas a la altura de los hombros y las rodillas hacia afuera. Siempre debes agacharte con la espalda recta y de esa forma levántate.